jueves, 22 de noviembre de 2007

Miré una luna



Una cinta azul enredándose en mi pelo.
tu mano lejana, invisible, perdida.

Mis manos alzándose
buscando el camino de regreso
ese que no existe

Miré una nube y tú ibas en ella
y viajaba y se esfumaba
como nuestros besos

Miré una luna enorme y triste
que se fue durmiendo
se fue durmiendo

Ahora soy yo quien duerme
y no sé dónde

no sé dónde

no sé dónde...




2 comentarios:

Cobre dijo...

Todo pasa, pero también todo queda, niña de ojos preciosos.
Te noto.. no sé si nostálgica o directamente triste, pero tienes q reír más y liarte entre estas cosas menos... Yo te entiendo, no sé si tu me entiendes a mi :)
Ay Mamita dulce, q no se te ve el pelo y echo de menos tus risas y a ti enterita.

Un besazo, nenita mía

Anónimo dijo...

La luna se esconde pero siempre vuelve a salir