domingo, 16 de noviembre de 2008

Viajando


MAMILOCA

Mamiloca se pierde por los rincones del día. Estos días poblados como un vagón de metro en hora punta. Mira, camina, corre, vuela por los minutos como si no pudiera nunca detenerse. Y al final es cierto, no puede detenerse, no encuentra el momento, su bosque se queda esperando, quieto y silencioso, y los ojos que lo miraban siempre van cansándose, se van alejando, se pierden mientras ella no sabe bien cuál será el momento en que llegue y por fin pueda descansar un rato, mirar entre las ramas de los árboles cómo el sol se cuela, calienta la hierba del suelo blando...
Mamiloca está de viaje. Esto es como estar de viaje, como cuando vas a un pais lejano y te dedicas a recorrerlo, mirarlo, vivirlo. Está de viaje Mamiloca, y no sabe cuándo regresará.
Algún día, tal vez...

ENAIRE

Duermo allá arriba, con la brujilla. Me dijo mi madre: ¿no vas a poner una virgen en tu altillo?. Para qué, mamá? Si ya tengo la brujilla... La brujilla me gusta más, y punto. Y además he colgado un cuadro que yo misma pinté, con un marco color crudo que compré en Ikea (menos mal que este no había que montarlo, como todo lo demás, que se las traen, los de Ikea...). Y he puesto una balda blanca y una lamparita colgada en ella como una pinza, para leer por las noches, con una luz suave y cálida. Y un farolillo blanco muy chulo con una vela dentro.
A las siete de la mañana mi móvil me despierta, y bajo con cuidado las escaleras, despacio, para no despertar a mi madre que duerme abajo. Me ducho, desayuno, preparo mis cosas y me largo al trabajo. Hasta las seis. Después me voy a la clase de conducir, mi profe es muy joven y muy paciente, y se emociona cuando hago las cosas bien. Que cada vez las hago mejor, por cierto... Total, cuando llego a casa (después de recorrer 14 estaciones de metro con transbordo incluído), ya no me quedan ganas de nada más. Preparar la comida del día siguiente, ver un rato la tele... y al altillo de nuevo. Y así un día, y el siguiente, y el de más allá...
No tengo tiempo de nada!
Los fines de semana, seguimos con la casa nueva, poco a poco la vamos montando, un detalle cada vez, y va tomando forma. Es una casa acogedora. Se está bien aquí.
Pero es como si estuviera de viaje...
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- Enaire.
- Qué
- Copiota, que eso lo he dicho yo.
- Anda, calla y duerme otro rato, qué sabrás tú...
- Enaire.
- Qué....
- Vamos al bosque un rato!
- Pero loca, no ves que ya estamos aquí?

4 comentarios:

fcnaranjo dijo...

Ah, pero es tu viaje y es tu casa, señorita. Y eso es bueno.

Disfruta de todo.

;-)

Mar dijo...

que no tiene tiempo dice... y se recorre medio madrid en metro o en coche :)
¡Además! ¡que el tiempo no existe y "dot"!
¡Qué bien se está en ese altillo, que lo se yo, que lo siento...!
Muchos besos

Apesardemi dijo...

Los viajes son necesarios pero que te voy a contar de eso yo a tí ;)

Un beso!!

Anónimo dijo...

No te agobies, ojazos, q los momentos tan estresante y con tanto lío son pasajeros; verás como dentro de na ya estás otra vez más tranquilita.
Lo de recorrerse medio Madrid en metro es un coñazo, te entiendo pq lo sé de perfectamente, pero ya te irás acostumbrando.
Y el altillo seguro q está precioso con la bruijilla ;)

¿Te acuerdas de la primera vez q quedamos todas las chicas en Madrid?, ¿recuerdas q nos regalaste a todas fotos de unos dibujos q habías hecho tu misma?, pues justamente la q encabeza este post la tengo yo, la guardo con mucho cariño, y la utilizo de marca páginas ;))

Un besazo!